martes, 29 de julio de 2014

¿Adiós al campesinado?

Hoy, en nuestro afán por defender la soberanía alimentaria, nos atrevemos a reproducir un extracto del artículo que publica Esther Vivas en el diario Público:
La agricultura ha dejado de ser desde hace años una actividad económica central. Ante un modelo agrario diseñado por y para el agronegocio, cada vez más campesinos se han visto obligados a cerrar sus explotaciones y abandonar el sector. Sin embargo nuestras necesidades alimentarias siguen allí. Sin campesinado, ¿quién nos dará de comer?
La agricultura, en el Estado español, ha pasado de ser una de las principales actividades económicas a una práctica casi residual. En 1900, el 70% de la población activa trabajaba en el sector agrícola; en 1950, ésta había disminuido hasta el 50% del total; en 1980, ya únicamente representaba el 19%; y en 2013, sumaba un escuálido 4,3%. Las explotaciones agrarias, del mismo modo, desaparecen a gran velocidad. En el período de 1999 al 2009, en solamente diez años, éstas disminuyeron un 23%, según el Censo Agrario del Instituto Nacional de Estadística 2009. Pronto no quedarán campesinos en el campo.
Menos explotaciones y más grandes. La concentración empresarial es otra realidad en el mundo agrario. Entre 1999 y 2009, a pesar del cierre de fincas, las que se mantuvieron, en todas las comunidades autónomas, aumentaron su extensión. Aunque los mayores incrementos se dieron en Galicia, La Rioja y Cantabria. En la ganadería, se repitió la dinámica: el número de explotaciones de cada especie de ganado disminuyó, pero aumentó el número medio de cabezas. Castilla y León se situó al frente de la producción de bovino y ovino y Catalunya fue la primera en la producción avícola y porcina, ambas comunidades con el mayor número de ejemplares de cada una de dichas especies. Por cierto, en Catalunya existen prácticamente tantas cabezas de cerdo, como de personas.

Si quieres leer más: 
http://esthervivas.com/2014/07/29/adios-al-campesinado/ 

sábado, 19 de julio de 2014

Rabé, a pleno rendimiento

 En Rabé de las Calzadas, nuestra huerta ya está a pleno rendimiento. La extraordinaria calidad de la tierra, el mimo con que la trabajamos y el tan necesario riego diario, dan como resultado una gran variedad de deliciosos productos que ya van ofreciendo su mejor aspecto. 

Estas enormes lechugas dan buena fe de que lo bien trabajado, al final sale bien. Las parecelas y se tiñen de verde, llenas de cebollas, patatas, zanahorias... Todo lo necesario para que las cestas estén llenas de productos frescos, variados y recién cogidos. Directo de la tierra a la mesa. Una buena alimentación puede ser fácil de conseguir, si se le dedica tiempo.








miércoles, 9 de julio de 2014

Huerto Familiar


Con esta magnífica representación de un huerto familiar del artista Leandro Lamas, queremos transmitiros la alegría que nos están produciendo vuestros comentarios y reacciones ante las cestas de verdura que ya estáis recogiendo. Es un placer trabajar por la tarnsformación del mundo sintiéndonos acompañados por un colectivo tan numeroso y entregado. Esta ilustración que adjuntamos, con permiso de su autor, quiere representar nuestro deseo de contribuir a que las familias se sientan felices y en armonía con la naturaleza y sus frutos. Que los principios de la Soberanía Alimentaria se vayan haciendo realidad, y que huertos como este se multipliquen por doquier.

viernes, 4 de julio de 2014

Las primeras cestas

¡Ya han salido las primeras cestas de 
HUERTA MOLINILLO!
Parecía que este momento no iba a llegar nunca, pero aunque se hayan hecho esperar, como todo lo bueno, ya están en casa de los más suertudos: lechuga, zanahorias, patatas, tomate cherri (dulces, dulces), pimientos, judías verdes, calabacín, unas pocas fresas (de regalo), jalapeños, y un poquito de perejil. 
(Lechuga, zanahorias y judías verdes son del amigo y compañero en el camino, Iñigo Hernani, horticultor ecológico del Valle de Tobalina).
¡Que aproveche!

martes, 1 de julio de 2014

No vamos a tragar

Nuestro buen amigo Gustavo Duch acaba de sacar a la luz su tercer libro con el título ‘No vamos a tragar‘. 
En él nos alerta de lo que esconde un modelo que, cuanto más produce, más hambre y más enfermedades genera. A través de la editorial Los Libros del Lince, Gustavo nos habla sobre lo tóxico de la industrialización de la agricultura y ganadería que ha impuesto el voraz capitalismo de las multinacionales. Pero esta vez deja lucha y la esperanza en forma de Movimiento Campesino y Soberanía Alimentaria. 
Desde aquí, ¡ánimo en esta lucha, Gustavo!