Hoy ha venido a
visitarnos a la huerta Luca, un voluntario italiano que estuvo con nosotros 2 años. Tras su paso por Molinillo, cogió mucho cariño a la huerta, a
los cultivos y a las plantas. Ahora, en su ciudad natal de Brescia, en Italia, ha montado
una vuelta de unos 3000 metros con la idea también de poder replicar la
iniciativa de Huerta Molinillo.
Hace unos días, pasó
también a visitarnos Estel, voluntaria que estuvo con nosotros al mismo tiempo que Luca. Ella fue quien empezó a construir el hotel de insectos que recientemente hemos terminado.
Nos llena de alegría volver a encontrarnos con viejos amigos y nos confirma en la importancia de la cooperación y el trabajo voluntario como medios de transformación colectiva.