lunes, 18 de agosto de 2014

Y yo... ¿qué puedo hacer?



¿Qué tienen que ver nombres como Nestle, Kellogg´s, Monsanto, McDonald´s o Shell, con la Soberanía Alimentaria? Estas y otras marcas son conocidas infractoras de normativas protectoras del medio ambiente, además de implementar condiciones de trabajo denigrantes para sus proveedores y empleados. Su cinismo es tan grande como su impunidad. Por ejemplo, McDonald´s es la mayor cadena de restaurantes del orbe y, al mismo tiempo, el mayor comprador mundial de carne vacuna. En Sudamérica, enormes superficies de selvas tropicales sucumbieron ante la necesidad de obtener tierras de pastoreo para el ganado de esta multinacional norteamericana. La carne que hoy se sirve en las 5.200 sucursales de Europa proviene de reses europeas. Sin embargo, el forraje se importa por toneladas desde países en donde gran parte de la población sufre hambre. Allí se destinan enormes superficies agrícolas a las forrajeras en desmedro de la producción local de alimentos. Greenpeace comprobó que McDonald's alimentaba con soja transgénica a los pollos, a los mismos que luego vendía como McNuggets y hamburguesas McPollo. Para rizar el rizo, las cajitas y muñecos que se incluyen en el paquete infantil “happy meals” también han sido objeto de denuncia por estar hechas en fábricas donde trabajaban más de 100 niños de entre 12 y 13 años, y que lo hacían doce horas por día, todo ello, claro, en connivencia con la marca Disney.
Cada vez que consumes alguna de estas marcas, estás siendo cómplice. Si esto te indigna, infórmate, difúndelo y haz boicot a estas marcas.

viernes, 1 de agosto de 2014

¿Por qué algunos alimentos son baratos?

Para que en Europa puedan consumirse alimentos baratos, muchas empresas recurren al trabajo infantil, la esclavitud, la explotación, el maltrato a los animales y la destrucción del medio ambiente.

Brasil es el cuarto productor muncial de cacao, después de Costa de Marfil , Ghana e Indonesia. La mayor parte de las extensas plantaciones de cacao de la zona de Bahía pertenecen a grandes latifundistas millonarios, los fazendeiros. Muchos de ellos ni siquiera viven allí, sino en Río de Janeiro, Nueva York o París. En los campos de cacao trabajan más de ciento cincuenta mil personas, muchas de ellas contratadas de forma temporal. El salario medio ronda los 43 euros por mes . Y como con esa cantidad no se puede alimentar a una familia, es necesario que ayuden todos, incluso los niños y los ancianos, que por unos 30 euros hacen el trabajo, a veces hasta en la 'estufa', el horno de secado, moliendo granos de cacao y pulpa a 60 grados para que la pasta quede sin grumos.

En los últimos años los agricultores han intentado ocupar tierras para trabajarlas ellos mismos. Pero los latifundistas los expulsan, ayudados por la policía y por sus propios mercenarios, los pistoleiros. Desde 1986 ha habido 120 personas asesinadas o heridas.

Las plantaciones de cacao, desarrolladas en extensos monocultivos, son especialmente propensas a las plagas. Para combatirlas se utilizan grandes cantidades de insecticidas altamente tóxicos, que pueden provocar cáncer, enfermedades cutáneas, esterilidad y trastornos en los sistemas nervioso, respiratorio e inmunológico. La mayoría de los campesinos que utilizan los rociadores son analfabetos y no entienden las instrucciones de uso de esos productos agroquímicos. Según Gerhard Riess, experto en alimentos, las compañías fabricantes (entre ellas BASF, Bayer, Hoechst, Shell y Monsanto) no toman suficientes medidas para prevenir los graves daños que ocasionan sus productos a la salud.

Para saber más: El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas globales.Klaus Werner y Hans Weiss. 1991