El tirabeque, llamado también «guisante de nieve o de azúcar», es una variedad temprana del guisante (Pisum sativum var. macrocarpum) con vainas muy tiernas y comestibles.
También es conocido con los nombres de «guisante mollar» y «guisante capuchino».
Como véis en las fotos, la flor que dan es preciosa, con cierto parecido a las orquídeas.
Las vainas son de un color verde claro, brillante. A través de su piel se adivinan bien los granos interiores. Son planos, al no haberse dilatado su vaina para dejar sitio al grano. Y son, sobre todo, deliciosos, siempre que en la cocina sepamos respetar su fragilidad, su aroma y su textura, lo que se consigue con cocciones breves.
Como los guisantes, una ración media de tirabeques tiene casi tanta proteína
como un huevo entero, menos de 1 g de grasa, y nada de colesterol; además de un alto contenido en fibra, si bien este contenido es algo menor del encontrado en los guisantes.
Respecto a los minerales, el fósforo es en esta leguminosa el de contenido mayoritario (al igual que en los guisantes), siendo prácticamente igual el de hierro, algo superior el de magnesio, y algo inferior el de potasio.
En cuanto a las vitaminas, hay que destacar su contenido en vitamina C si bien
una parte considerable de la misma puede perderse durante el proceso de cocción.
Así de bonitos y nutritivos son estos nuevos productos que encontraréis en la cesta dentro de poco.
¡Que aproveche!