Caléndula: sencilla y humilde
Esta
vistosa planta, originaria del sur de Europa, tiene excelentes propiedades medicinales para cuidar la salud de forma
natural.
La
caléndula posee propiedades antiinflamatorias, antieméticas, antisépticas,
antiespasmódica, antibacteriana, fungicida, cicatrizante, antiulcerosa,
emoliente, amenagoga, colérica, vulneraria y contiene flavonoides y
antioxidantes muy valiosos.
La forma
más común de consumirla es elaborando una infusión con la
flor seca o fresca, a una cucharadita por cada taza de agua caliente. Con la
infusión también se pueden hacer gárgaras para mejorar las afecciones de la
boca y garganta.
En
la cocina se
pueden añadir sus flores y hojas a ensaladas y otros platos para decorar y
aportar color.
Por
sus cualidades medicinales se utilizan las hojas, las raíces y las flores.
En cosmética y belleza casera
se utiliza añadiendo las flores o el aceite a los preparados.
Cuando paséis a por vuestra cesta, paraos a admirarla, y si queréis, coged algunas para vuestro uso.
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