La rabiosa actualidad da mucha rabia

Últimamente no paramos de leer noticias sobre las pésimas condiciones de vida y trabajo que sufren las y los temporeros del campo español. Parece que hemos descubierto una realidad que sin embargo lleva muchos años existiendo en nuestro país. Antes no eran noticia porque nos servían muy bien a nuestros propósitos: tener fruta todo el año a precios asequibles, aún a costa de la dignidad de tantas personas que sólo desean labrarse un porvenir. Ahora, la diferencia radica en que esos núcleos humanos, por las penosas condiciones de salubridad, se convierten en objetivo fácil del coronavirus, y por tanto, son foco de contagio.

La pena, la vergüenza y la rabia que nos invade ante estas realidades, demasiado numerosas ya en España, nos reafirma en nuestra opción por la soberanía alimentaria, que aúna cuidado de la tierra, calidad del producto y dignidad laboral. Los precios de nuestras verduras responden a esta triple exigencia moral, a nada más. Son principios a los que no renunciaremos y que siempre defenderemos. Por eso, cuando consumimos productos locales y ecológicos, como los de Huerta Molinillo, estamos realizando un acto político que no quiere participar de esa explotación de tan rabiosa actualidad, y al mismo tiempo estamos cultivando un mundo más justo y sano para nuestras campesinas y campesinos, y para las futuras generaciones.

(Si aún  no conoces de qué rabiosa actualidad estamos hablando, pincha aquí.)