España, el país con mayor superficie de la UE dedicada a la producción ecológica
España se ha convertido en el país con mayor superficie de la UE
dedicada a la producción ecológica, con 1,6 millones de hectáreas de
cultivo.
El consumo nacional también ha aumentado, aunque el 75% de la producción se acaba exportando. Pero a lo que pareciera una muy buena noticia en realidad esconde importantes amenazas que es necesario analizar.
Por un lado, las estadísticas dicen que los consumidores piden cada
vez más productos ecológicos. Esto es cierto, pero, ¿todos? Según el
último estudio elaborado por el MAGRAMA sobre la “Evolución de la
tipología y perfil sociodemográfico del consumidor de alimentos
ecológicos en España”; en los últimos tres años el consumo de productos ecológicos ha aumentado, representando un 29.3% de la población española,
en la que en algún momento han consumido productos ecológicos, frente
al 26.1% en 2011. A pesar de este aumento el consumo de este tipo de
productos no está extendido a todas las clases sociales. El perfil del
consumidor de productos ecológicos se caracteriza por ser de clase media
alta, con una edad media de unos 43.7 años. Según este informe, la
razón principal de estos consumidores por la que consumen este tipo de
productos es por salud y en segundo lugar por el sabor.
Frente a esta realidad, grandes multinacionales ya se han lanzado a
ocupar este mercado, con un fuerte apoyo desde la
administración pública. Ya podemos ver cómo grandes empresas de
distribución llenan sus estanterías de productos ecológicos y cómo
grandes compañías desarrollan insumos agrarios destinados
fundamentalmente a lo que consideran el gran reto, producir ecológico a
gran escala. De esta forma se cambiaría el tipo de producto pero no se
tocaría en absoluto la actual estructura y control de la alimentación en
manos de pocas multinacionales.
Es una buena noticia saber que los trabajadores de estas grandes
plantaciones no son envenenados sistemáticamente por agrotóxicos y
pesticidas, pero no podemos darnos por satisfechos.
Si bien es fácil caer en la tentación de comprar productos ecológicos en los grandes supermercados,
al hacerlo no podemos engañarnos, debemos saber que seguimos entonces
consolidando un sistema alimentario basado en alimentos kilométricos
provenientes de la otra parte del mundo, que el consumo de este tipo de
productos no va a cambiar los problemas de deforestación, de
acaparamiento de tierras, de uso excesivo de recursos hídricos, la
explotación de millones de trabajadores con salarios bajos y penosas
condiciones laborales, no va a cambiar el actual modelo industrial donde
es más barato comprar comida basura preparada que alimentos frescos de
calidad.
Debemos seguir pensando de una manera más sistémica y luchar por una
agricultura y alimentación con campesinos y campesinas, basada en la
producción local y la comercialización a través de circuitos cortos. El
derecho a alimentación debe estar en el centro y el control de la
alimentación debe tenerlo la ciudadanía. Debemos seguir luchando por la soberanía alimentaria.
Extraído de: http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/tentacion-verde/20160107105808124105.html
Muy buen texto y por ello debemos estar alerta y no caer en las extensas y poderosas redes publicitarias de las grandes compañías que no reniegan en absoluto del sistema actual de consumismo, pase por donde pase y venga de donde venga, aunque sea necesario para ello el costo humano. Dato a analizar somos los consumidores, otra vez con algo de poder adquisitivo y con cierta toma de conciencia, volvemos a lo de siempre, toma de conciencia, fundamental para la lucha y el cambio o revolución social. Similar sucede con el denominado comercio justo, que paradójico también, ¿verdad?
ResponderEliminarMucho ánimo y salud-os