Salvatore, voluntario de Huerta Molinillo
¡Hola a todos !
Como mis compañeros, empecé a trabajar en Huerta Molinillo hace un mes o poco más.
Desde la primera visita, entendì lo que seria
nuestro trabajo hasta el final de septiembre. El cultivo
orgánico, sano, sin utilizar productos químicos es difícil. Las
enfermedades que afectan a las plantas estan a la vuelta de la esquina; el calor y
el frío pueden arruinar la cosecha; gusanos e insectos están listos para comer nuestras verduras ...
Ser capaz
de obtener un producto de calidad excepcional para ofrecer al
consumidor es un trabajo duro y los voluntarios son parte de la larga cadena que nos
lleva al resultado tan esperado. ¿Cómo? Se parte de la base.
Supongamos
un largo bancal, donde se plantó la berenjena. La primera tarea es
quitar todas las malas hierbas que dificultan el paso y que también causan
la muerte de la planta que tiene que crecer mucho.
Hecho
esto, la segunda tarea es la de mantener los tallos rectos a través de
la utilización de cableado y andamios de caucho, para evitar que la planta se colapse
al crecer en altura.
Todos los
días, el producto se riega y se cuida con detalle. Se espera al
crecimiento óptimo de la planta para que se pueda cosechar la fruta, con la esperanza
que todo hay ido bien y sin ningún tipo de problema.
Al final,
llega el momento de cortar cuidadosamente la berenjena, en este caso. La
ponemos en las cajas en el frigorifico hasta el miércoles con la entrega de
las cestas a los socios.
Y el ciclo vuelve a empezar...
SALVATORE
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