TTIP, un país sin pequeños ni medianos agricultores y ganaderos…

Hola a todos. Muchas veces sabéis que compartimos en este blog desde la vida de las cebollas y las acelgas hasta recetas y experiencias de la gente vinculada a este bonito proyecto.
Hoy, aun reconociendo lo árido del tema como consumidores conscientes en esta sociedad y socios y amigos de Huerta Molinillo daremos dos pinceladas sobre un acuerdo internacional que sobrevuela nuestras cabezas y que de imponerse traerá consecuencias para todos. 

Parece ser que las multinacionales dan un paso más y una vuelta de tuerca en esto de mandar y gobernanar el mundo y los intereses de la gente y la sociedad pasan a un 5º plano por decir algo: Nos referimos al  Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), todo un ataque a la soberanía de los pueblos y por lo que a nuestra huerta ser refiere démonos cuenta del modelo hacia el que apunta el futuro. Sinceramente yo quiero otro y seguramente vosotros también…
Escuchemos a Javier Guzmán, director de VSF Justicia Alimentaria Global:

“Por lo tanto lo que nos encontramos no es ante un tratado de comercio benéfico para los sectores productivos sino de una dramática conversión del actual sistema de agricultura y ganadería que finiquita la existencia del campesinado.
Esta conversión parte de un aumento del actual control oligopólico de las fases clave de la producción, transformación y distribución alimentaria que condiciona toda la cadena, lo que altera los precios que reciben las explotaciones agrarias y los rebaja cada vez más. Con unos costes productivos en crecimiento constante, las explotaciones familiares se encuentran atrapadas en unos márgenes comerciales cada vez menores y ello les empuja inexorablemente a un crecimiento e intensificación que intenta lograr su supervivencia gracias a la economía de escala.
Con el TTIP, este proceso se vería incrementado y acelerado, porque obviamente la situación creada es como pescar en un mar cerrado con cada vez menos peces y con embarcaciones cada vez mayores. No hay pescados para todas ellas y solamente algunas de ellas, cada vez mayores, sobrevivirán, el resto desaparece. Las que sobrevivan, cuando se miren en el espejo, se darán cuenta de que han mutado de explotación familiar a factoría y que su dependencia del agronegocio no solamente no ha disminuido sino que se ha hecho más fuerte, incrustándose en él de manera prácticamente orgánica.

Por tanto la ley será crece o muere. Intensifica o muere. Intégrate con nosotros o muere.

Ahora imagínense por un instante nuestro país sin pequeños ni medianos agricultores y ganaderos. Imagínense toda nuestra alimentación en manos de cuatro multinacionales. El coste de evitar esta pesadilla será mucho menor que salir de ella.”

Si esto es así y mucho nos tememos que por aquí vayan los tiros… nos apuntamos al NO AL TTPI.



Esta entrada es una colaboración de Luis Javier Sanz, miembro de Fundación Alter.

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